Digitalización sostenible para transformar el futuro


 

 

Hoy nadie duda de que la transición energética y la digital están unidas. Las vincula un cordón umbilical invisible para poder afrontar la revolución que estamos viviendo de manera sostenible, con renovables y cuidando los recursos naturales.

 

Un aracnocóptero inspecciona los aerogeneradores de un parque eólico de Iberdrola en Castilla y León.

 

La compañía se mantiene al día de las tendencias y apuesta por conocer a fondo su innovación, una de sus señas de identidad. Impulsar la digitalización es clave para el mundo de hoy en día, e Iberdrola invirtió 290 millones de euros el pasado año para potenciarla en todas sus actividades.

Con estos mimbres, el futuro se presenta prometedor. Lo que Iberdrola tiene claro es que no se conforma y seguirá apostando por innovar, por la última tecnología y por los avances digitales para ser protagonistas de esta nueva era digital.

«De la misma manera que fuimos pioneros hace décadas en la apuesta por las energías renovables, lo hemos sido también en la digitalización de las redes eléctricas y ahora lo estamos siendo en la utilización de la inteligencia artificial y el big data. Y ahora que estamos inmersos en un proceso imparable de electrificación en todo el mundo tenemos que invertir aún más en infraestructura digital y apoyar la innovación y la adopción de estas nuevas tecnologías para cubrir cada vez más usos energéticos de millones de consumidores, siempre con los más elevados estándares de ciberseguridad», según destacó Ignacio Galán, presidente de la compañía.

Las redes eléctricas, columna vertebral de la transición energética. La inversión y el desarrollo de las redes eléctricas son una herramienta para atraer industria y generar empleo. Iberdrola ha anunciado hace unos días en la presentación de su plan estratégico que invertirá 58.000 millones de euros hasta 2028 (+30%) para crecer más en redes en los Estados Unidos y el Reino Unido.

Iberdrola, reconocida como la ‘utility’ privada líder mundial en inversión en I+D+i, destinará 1.600 millones de euros a esta área dentro de su nuevo plan estratégico. Esta inversión tiene como objetivo impulsar la electrificación y acelerar la transición energética, reforzando su compromiso con la innovación y el desarrollo tecnológico.

Más digitalización para crecer en verde. Acelerar el proceso de descarbonización y digitalización, en línea con la hoja de ruta de la Unión Europea, es el único camino posible hacia la recuperación verde y resiliente de la economía.

Las ventajas de la digitalización las encontramos en situaciones climáticas extremas como Filomena – con el 70% de las incidencias resueltas en menos de 30 minutos -, la Dana -pese a las enormes dificultades, Iberdrola tuvo la capacidad de restaurar prácticamente todo el suministro eléctrico en menos de 72 horas- o en crisis como el confinamiento sufrido con motivo de la COVID-19. Las inversiones realizadas en el despliegue de infraestructuras como las redes eléctricas inteligentes durante los últimos años han permitido mantener un funcionamiento óptimo de las operaciones, garantizar el suministro, reforzar servicios críticos, dotar de continuidad a multitud de proyectos y, en definitiva, demostrar normalidad en un contexto extraordinario.

Estos procesos de transformación digital de empresas, procesos y activos solo pueden ser exitosos acompañados de los necesarios cambios culturales y el despliegue de nuevas formas de trabajar y nuevas herramientas. Así como con la incorporación de nuevos perfiles de profesionales o la recapacitación de los existentes.

En Iberdrola, la transformación digital es estratégica para el negocio, lleva décadas desarrollándose, en muchos casos de forma pionera, pero continúa sintiendo una prioridad. Para consolidarla, la compañía maximiza el uso de la tecnología mejorando procesos, potenciando la productividad a los activos y obteniendo más eficiencia de todas las actividades.

La compañía gestiona digitalmente desde hace años sus activos de generación eléctrica y ha transformado sus redes en inteligentes con herramientas digitales e inteligencia artificial.

De hecho, aplica las últimas tecnologías en todas sus actividades: Blockchain para operaciones de trading de energía o certificados de origen de energía ‘verde’; Robots y drones para dar soporte en actuaciones de riesgo o en ubicaciones de difícil acceso para la inspección de palas en parques eólicos; Realidad virtual y realidad aumentada en actividades de formación y actuaciones sobre el terreno, en líneas eléctricas e infraestructuras; Internet de las cosas, aplicado a iniciativas como el Smart Home de Iberdrola; Gemelos digitales, con los que se realiza la recreación virtual de productos y servicios que permiten a la compañía anticipar y solventar de forma prematura incidencias futuras; Big data y analítica, con los que desarrolla, por ejemplo, avanzados sistemas de predicción de vientos o detecta fraude eléctrico, e Inteligencia artificial y ‘machine learning’ con los que aplica algoritmos a diferentes procesos, como la identificación de anomalías en plantas fotovoltaicas o la personalización de ofertas personalizadas a diferentes perfiles de cliente.

Así funciona un parque eólico

Los parques eólicos terrestres generan electricidad a partir del viento mediante aerogeneradores instalados en tierra. El viento hace girar las palas, cuyo movimiento se transforma en energía eléctrica dentro del generador. Esta electricidad pasa por un proceso de conversión y elevación de tensión en transformadores y subestaciones hasta llegar a la red de distribución. Es una fuente de energía limpia, renovable y eficiente, que aprovecha la energía cinética del viento para abastecer hogares e industrias.

Energía verde en los pueblos

Iberdrola ha renovado su acuerdo con la Diputación de Burgos para suministrar energía 100% renovable a 324 municipios de la provincia. El contrato, con un ahorro del 18%, cubrirá 3.462 puntos de consumo y reforzará la eficiencia energética local. Incluye servicios de gestión digital y asesoramiento técnico.
El modelo, articulado desde la central de contratación provincial, simplifica trámites y fortalece la transición energética, con un número creciente de municipios adheridos desde su puesta en marcha en 2023.

 

Fuente: El Correo de Burgos