Iberdrola apuesta por startups para drones y almacenar energía


 

La empresa española destina 70 millones a su fondo de capital riesgo, Perseo, para colaborar con empresas que garanticen la sostenibilidad energética.

 

Al igual que, en la mitología griega, Perseo fue uno de los mayores exponentes de la unión de los dioses (Zeus) con los mortales (Danae), en la industria energética este nombre tan célebre va camino de cobrar un nuevo significado: el de la unión de las grandes compañías eléctricas con el boyante ecosistema emprendedor. O al menos eso es lo que pretende Iberdrola, que ha devuelto a la actualidad esta denominación para encarnar su programa de capital riesgo corporativo de 70 millones de euros. Un fondo dedicado en exclusiva a la inversión en tecnologías y nuevos negocios que aseguren la sostenibilidad del modelo energético.

«En Iberdrola tenemos muy claro que no puede haber grandes compañías si en su entorno no hay un tejido empresarial dinámico con emprendedores capaces de ofrecer productos y servicios innovadores», explica Diego Díaz, responsable del programa de capital riesgo de Iberdrola, a INNOVADORES. «Ya hemos aprendido que las startups no buscan sólo financiación y que no se trata únicamente de participar como accionistas aportando fondos, sino de ayudar a la compañía en la definición de su producto y de su negocio. Hemos entendido que es tan importante aportar  financiación como conocimiento y acceso al mercado».

El fondo Perseo se fundó en 2008 y, desde entonces, ha contactado con más de 1.200 startups, de entre las cuales ya ha realizado una inversión de 50 millones de euros en 11 de ellas. En cuanto a volumen de fondos, aproximadamente la mitad de la inversión se ha realizado en España y la otra mitad en inversiones internacionales, mientras que, si examinamos la cartera de compañías, encontraremos cinco empresas españolas, cuatro en Estados Unidos, una en Canadá y otra más en Noruega.

Entre ellas, destacan dos compañías españolas en las que Perseo ha invertido recientemente. Por un lado, la startup salmantina Arbórea está revolucionando la inspección de infraestructuras energéticas mediante el uso de drones y, por otro, la empresa Atten2, que ha desarrollado un sistema de sensores capaz de ofrecer información de forma remota sobre la salud de los activos de generación en tiempo real.

En el podio tampoco puede faltar Stem, una firma de Silicon Valley que está experimentando un notable crecimiento gracias a sus soluciones de almacenamiento energético que combinan técnicas de análisis predictivo y Big Data junto con baterías, para mejorar la eficiencia energética en instalaciones de clientes comerciales e industriales. De hecho, Stem ha ganado este año el mayor contrato de almacenamiento distribuido del mundo (85 MW) y pronto veremos sus soluciones en Europa. Quién sabe si como un nuevo catalizador para la adopción de energías renovables en el Viejo Continente.

«Nos interesan, en general, soluciones que aplican el software y las tecnologías de la información al ámbito energético. Hablamos por ejemplo de soluciones que pueden optimizar el consumo energético de un cliente en función de la previsión meteorológica, del tiempo que vaya a estar en casa o de la actividad que realice durante ese tiempo y del coste horario de la energía», añade Díaz. «En relación a nuestros activos, es muy interesante para nosotros la aplicación de tecnologías innovadoras como la robótica y los sensores a la operación y mantenimiento de infraestructuras energéticas; éste es otro ámbito en el que ya hemos invertido y continuamos analizando con gran interés».

Aunque Perseo ha invertido en compañías con distinto grado de madurez, desde Iberdrola muestran su preferencia por invertir «en compañías que disponen ya de un producto o servicio en fase pre-comercial y que están en proceso de llevarlo a mercado». No en vano, este fondo suele participar en las primeras o segundas rondas institucionales de estas startups. Y todo ello con un impacto directo en la sostenibilidad y los objetivos medioambientales marcados por Iberdrola, además de lo que supone en la creación de tejido empresarial y, por qué no decirlo, sobre la posición de España en el ecosistema innovador de esta industria. Según las cifras que maneja este proveedor eléctrico, las compañías en las que Perseo participa de forma directa o indirecta han generado ya más de 13.000 empleos.

 

Fuente: El Mundo

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